Consejos para visitar Bruselas

La forma más rápida ya menudo más barata de llegar a Bruselas es en avión. La capital belga cuenta con un total de dos aeropuertos Bruselas-Zaventem y Bruselas sur Charleroi. Las aerolíneas de bajo coste vuelan al aeropuerto Bruselas sur Charleroi, situado a escaso 40 minutos de la ciudad de Charleroi. En el caso que se vuele hasta allí, se puede llegar a Bruselas en autobús con un coste de 14€/trayecto.  Los niños de hasta 4 años pueden viajar gratis con un adulto acompañante. Sin embargo, recomiendo reservar el ticket de autobús con antelación desde Internet, ya que al comprarlos en el aeropuerto o directamente al conductor de autobús se añade una tasa de 3€.

Grand Place es considerada la plaza más bella de toda Europa, y es que considerando que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO este hecho no debería de extrañar mucho.  Rodeada de cafeterías, la plaza alberga también el Ayuntamiento, un edificio de estilo gótico que parece haber sido sacado de un museo. De lunes a viernes la plaza se llena de vida con un mercado de flores y plantas, por lo que es todo un espectáculo de colores, tonos y olores. A los amantes de los mercados de segunda mano les recomendaría visitar el bar Goupil le Fol, un antiguo sencillo apartamento actualmente repleto de interesantes objetos. Durante la noche es de visita obligatoria visitar la Grand Place, ya que los edificios se iluminan de colores, y forman una estampa perfecta.

Cada dos años, en los años pares, la Grand Place se transforma en una preciosa alfombra de flores de todos los colores formada por 750.000 begonias. Típicamente belgas, las begonias de arreglan armoniosamente formando un auténtico espectáculo visual.

Independientemente de si estás interesado en política o no, el Barrio Europeo de Bruselas es uno de los lugares que no puedes dejar de visitar una vez te encuentres en la capital belga. La Unión Europea, obviamente, tiene su sede aquí. Presumiendo de una arquitectura moderna, el barrio contrasta fuertemente con el resto de la ciudad. Aquí se encuentra también el famoso Berlaymont, la sede de la Comisión Europea y echar un vistazo al lugar de trabajo del Consejo Europeo y el Parlamento. Puedes realizar una visita gratuita a la sala plenaria del Parlamento Europeo o incluso asistir a una sesión plenaria. Antes de visitarlo pero, deberías consultar las fechas exactas y los horarios de los tours, así como también las sesiones en el sitio web del Parlamento Europeo.

El Atomium, cuya forma representa la de un átomo, tiene una longitud de más de 100 metros de altura. Construido para la Exposición Mundial de 1958 en Bruselas, hoy en día es un museo y también el hogar de exposiciones temporales. La molécula más alta constituye una plataforma de observación desde la cual se obtiene una fascinante vista de toda la ciudad y parte de los alrededores. El Atomium está abierto a los visitantes los 365 días del año, y la tarifa de entrada oscila entre los 12-29€ dependiendo de la combinación de billetes que se desea.

En Bruselas se encuentran un sinfín de delicias culinarias que sin lugar a dudas no puedes dejar de degustar. Famosa por el chocolate fino, Bélgica cuenta con una infinidad de chocolatiers que sorprenden con auténticas creaciones exquisitas de características únicas. Te recomiendo conocer de primera mano Chocolaterie Zaabar, donde encontrarás algunas de los sabores de chocolate más espectaculares e incluso tendrás la posibilidad de participar en talleres de creación del chocolate. La excelencia de las patatas fritas belgas es también conocida fuera de las fronteras del país, así que no te pierdas la oportunidad de comer un cono de patatas fritas en alguno de los innumerables puestos. Las patatas fritas suelen servirse generalmente en un cono del papel o de la cartulina, ya que los conos mantienen las patatas fritas calientes durante más tiempo y a la vez absorben el exceso de grasa. 

Si no has tenido suficiente gastronomía belga, definitivamente no deberías perderte los gofres belgas. Servidos normalmente con fruta, chocolate o nata, uno de los mejores lugares para degustarlols son en Aux Gaufres de Bruxelles, donde se dice que se sirven los mejores gofres de la ciudad. Además de comida, la bebida también juega un papel importante en Bélgica. ¿Quién no ha oído hablar de cerveza belga? En Bélgica existen más de 1.000 variedades de cerveza, entre las cuales se encuentran variedades muy especiales hechas con clavo de olor o cilantro. Si quieres saber más sobre cerveza belga y degustar a la vez algunas de las creaciones más particulares, te recomiendo llevar a cago alguno de los numerosos tours de la cerveza que se ofrecen en bares de la ciudad.

Obviamente, la cerveza belga tiene un papel central en la vida nocturna de Bruselas. La mejor manera es mezclarse entre la multitud es acudiendo en alguno de los numerosos bares de la ciudad, donde a la vez tendrás la ocasión de probar cervezas de diferentes variedades. Recomendaría especialmente Delirium, cuyos concurridos eventos y fiestas hacen vibrar a todos los sentidos. En el caso que esté demasiado lleno de gente, cosa que sucede a menudo, te recomiendo que vayas a Poechenellekelder. Los bares que están en el corazón de Bruselas, atraen a todo tipo de personas con su ambiente despreocupado, kitsch y una gran selección de cervezas. 

Cualquier persona que haya visitado en alguna ocasión Bruselas dirá que es una ciudad que se debe visitar, así como Londres, París o Ámsterdam. Tal y como has podido apreciar, Bruselas es una ciudad llena de vida y dinamismo que sorprende a todo aquel que la visite.